El Ritual de Yule

Por Eva María Martín

¿En qué consiste?

En la antigua tradición, esta festividad se celebraba durante 12 días. La primera noche de Yule (la noche antes del solsticio) se llamaba la Noche de las Madres y la última, se llamaba la noche de la observancia, que más adelante fue conocida como la Noche de Reyes, tras la cual se daba comienzo a la actividad del año nuevo.

Esta celebración está relacionada con antiguos ritos de Diosas Madres, de fertilidad y gestación de la vida: Yule es la luz y el nuevo comienzo de la vida, un breve momento de descanso, el instante más oscuro, antes del alba.

Yule coincide con la entrada del solsticio de Invierno. La palabra solsticio,  deriva del latín sol (‘Sol’) y sístere (‘permanecer quieto’) se le llama así porque después del solsticio, pareciera que el sol se queda quieto por tres días, antes de comenzar de nuevo a moverse en el cielo.

Es la noche más larga del año, nos encontramos en la mitad oscura del año,  es un momento de espera, de recogimiento y meditación, es tiempo de reflexionar sobre lo que deseamos, sobre la gestación de nuestros proyectos y de lo que queremos atraer y materializar este nuevo ciclo.

En la antigua religión, la entrada del solsticio, era la temporada de las fiestas de invierno y el regreso del sol y de la luz. El Dios (después de la muerte de Samhain) renace, de la Diosa Virgen. Se honra el nacimiento de la vida y el primer atisbo de esperanza de luz que confirma la renovación.

El Dios es representado como el Sol que regresa después de la noche más larga del año para traer calidez y fertilidad a las tierras. De hecho, la proliferación de poner árboles navideños con luces son una versión moderna de las costumbres paganas de encender velas y hogueras como actos de magia simpática para atraer al sol nuevamente. Hoy día en Irlanda y Noruega permanece la costumbre de dejar luces encendidas (velas o similar) por toda la casa en la noche de Yule para atraer al sol, pero también para honrar a la Diosa Virgen quien ha dado a luz.

Como dato interesante decir, que la palabra “virgen” se ha traducido  de forma incorrecta por la iglesia, de forma,  que nada tiene que ver con el término del  himen, haciendo alusión y cito textualmente su definición como persona que nunca ha tenido relaciones sexuales.

El término “Virgen” fue aplicado primero a los sacerdotisas de los templos mediterráneos, particularmente durante el periodo pagano Romano. El término se utilizaba para identificar a aquella mujer, quien era una entidad completa en sí misma, que no estaba obligada por la ley secular, no tenía esposo y era libre de escoger todos los amantes que ella quisiera. No necesitaba de nada ni nadie para ser completa. En otras palabras, se decía que era “intacta”, es decir, virgen.  

En la antigua religión, Yule también era una noche para el contacto con el espíritu y la celebración con los antepasados, de la misma forma que los celtas lo hacían en Samhain. La guardiana del mundo de los espíritus abría las puertas del mundo subterráneo a todos los creyentes sinceros y las cerraba en la última noche de la observancia. Más tarde el cristianismo instauró la celebración de la Navidad para absorber la celebración pagana de Yule en su calendario, haciendo que su primer día fuera el 25 de diciembre y el último el 6 de enero, día de Reyes.

CORRESPONDENCIAS:

Punto

Cardenal: Norte

Elemento: Tierra

Transito: Vejez

Sabatt menor: Primer ritual estacional

Otros nombres:  Yule / Yuletide / Jól / Juleblót /  Solsticio de Invierno / Sol Invictus / Alban Arthuan / Fiestas Saturnales

Colores: Rojo, verde, dorado, blanco, plateado, amarillo, naranja.

Símbolos: Acebo, cactus.

Inciensos: Pino, enebro, cedro, mirra, canela, romero, frankincienso.

Planta y hierbas: Acebo, muérdago, hiedra, laurel, cedro, enebro, romero, pino, naranja, nuez moscada, limón, canela, roble y salvia.

Minerales: Cuarzo transparente, rubí, esmeralda, diamante, granate, ojo de tigre.